En Sant Boi de Llobregat puedes encontrar diferentes profesionales que ayuden a tu hijo/a a tener una base emocional, que le ayuden a guiarlo y acompañarlo en este proceso durante las sesiones de terapia infantil.
En este artículo hablaremos sobre el papel de la terapia infantil en el desarrollo social, hablaremos de juegos terapéuticos para hacer más amenas las sesiones y con ello, más efectivas.
También encontrarás las etapas del duelo infantil, muy importante para poder guiar y acompañar al pequeño en esa separación emocional y física impuesta.
Hablaremos sobre las herramientas que se ofrecen en terapia infantil para acompañar al niño en su crecimiento, ofreciéndole seguridad en cada paso que realice para que desarrolle su fortaleza mental.
Para finalizar, indagaremos en el trastorno del sueño infantil, qué es y como gestionarlo tanto para el adulto como para el niño.
Desarrollo de Habilidades Sociales en Niños: El Papel de la Terapia Infantil
La terapia infantil, en lo que se refiere, aporta un sinfín de herramientas emocionales tanto introspectivas como exteroceptivas. Entre estas herramientas, podemos encontrar las que se focalizan en las habilidades sociales del niño. Las que nos ayudaran a fomentar el desarrollo de habilidades sociales, la comunicación y la conexión con otras entidades de su mismo entorno.
La terapia infantil tiene numerosos beneficios, entre ellos en el ámbito social se destacan:
Apego: capacidad para establecer lazos afectivos y emocionales con otras personas.
Empatía: capacidad de comprender las emociones de otras personas.
Respeto: capacidad de entender a la otra persona sin hacerle un juicio de valor.
Escucha activa: capacidad para interiorizar la información transmitida por otras personas.
Asertividad: capacidad de defender los derechos propios de manera firme, sin ser agresivo ni sumiso.
Cooperación: capacidad de establecer objetivos compartidos con otras personas y colaborar conjuntamente para alcanzarlos.
Comunicación: capacidad para transmitir, recibir y asimilar adecuadamente información entre distintas personas.
Negociación: capacidad para encontrar soluciones mutuamente satisfactorias para distintas partes, renunciando cada una de ellas aparte de sus intereses.
Autocontrol: capacidad para manejar y controlar las emociones e impulsos propios.
Comprensión: Capacidad para entender el entorno y las normas sociales, actuando en consecuencia a estas.
Explorando Juegos Terapéuticos: Potenciando la Resiliencia Emocional Infantojuvenil
La forma más efectiva de conectar con un niño es a través del juego, para ello, debemos interesarnos hacia qué presta atención o pone más interés. Donde va su mirada irá su energía, su emoción y su mente.
Estos son unos de los juegos terapéuticos que se utilizan en terapia infantil para potenciar la resiliencia infantojuvenil:
Teatro de cuentos: Existen cuentos con finales abiertos, para dar pie a la reflexión del niño.
Role-play: También utilizado para niños, es una dinámica en la que el niño debe hacerse pasar por alguna persona de su entorno más cercano.
Liberación: Las emociones no deben reprimirse, por ello, en este juego se permite la libre expresión y descarga emocional. Utilizando cojines para golpear o por ejemplo gritar en la montaña.
Tabla de caras: Identificar en el tablero las siguientes emociones: miedo, alegría, tristeza, rabia y asco.
Artes plásticas: Expresar no solo es verbalizar. El arte nos ayuda en terapia para que el pequeño se exprese a través de la arcilla, plastilina, pintura, etc.
Estos son algunos de los juegos que utilizamos en consulta, para más información, contacta conmigo.
Navegando las Etapas del Duelo Infantil: Apoyo a través de la Terapia
La muerte es un tema tabú en la sociedad, mucho más hacia los niños. Nadie nos prepara para dejar partir a una persona que queremos, con la que hemos establecido un vínculo lleno de amor y recuerdos.
Los niños pasan por etapas de duelo significativas como las del adulto, pero más intensas (generalmente). Por ello es importante, acudir a terapia infantil cuanto antes. Realmente la mejor forma de poder abordar la situación es anticipándonos si se trata de una muerte clara, en la que progresivamente se apaga la vida de esa persona.
Otro caso en la que la muerte es repentina e inesperada, la vida no nos da margen de anticiparnos y es entonces cuando suele ser más shock. Ya que nadie se lo esperaba, estaba fuera de control.
Hay diferentes tipos de finales de vida, entre ellos una enfermedad, un accidente, la llamada “muerte natural”, un suicidio… Son muchas las circunstancias que pueden acabar con la vida de una persona. A nosotros como adultos ya nos cuesta entender y gestionar ese dolor, entonces en un niño se multiplica el no con prendimiento.
Se ha de abordar con tacto y acudiendo a un profesional, para que nos indique como gestionarlo en casa y para que el niño pueda ser observado por un terapeuta especializado y así ayudarlo lo antes posible.
Estas son las etapas de duelo en el niño/a:
Fase de Shock y negación: El niño pasa por una fase en la que siente vivir en una irrealidad, aún no se lo cree y lo niega en rotundidad con sus palabras o con sus actos.
Fase de anhelo y búsqueda del ser querido: Poco a poco empieza a tomar consciencia de la perdida, y lo va haciendo saber a través de su carácter. Desde la rabia, la tristeza, la irritabilidad, Por ejemplo: con lloros o gritos o tal vez cambiando su forma de ser.
En esta fase aparece la culpabilidad hacia si mismo o hacia los demás (como familiares, amigos, médicos … )
También en esta fase es habitual buscar información o elementos vinculados al fallecido, como, por ejemplo: fotografías, visitar la tumba, ir a los mismos lugares que visitaba con él, etc.
Desorganización y desesperación: El menor empieza a entender que la situación es irreversible, que el fallecido nunca volverá. La apatía, el dolor y la tristeza, caracterizan esta etapa. En los casos mas extremos: no quiere seguir viviendo.
Reorganización (desapego): En esta última fase llega la aceptación. Se acepta la pérdida definitiva y integrándolo en su día a día reorganizando su vida por completo. Desaparecen los síntomas de las fases anteriores (tristeza, rabia, apatía, culpabilidad…) y poco a poco empieza a vivir con esa perdida desde un enfoque de superación y aprendizaje, avanzando y retomando la alegría y apoyándose en las personas que le quieren y favorecen.
Es importante destacar, que son fases genéricas. Cada niño es un mundo, y esto quiere decir que puede que pase por las fases correlativamente o que se salte alguna fase, etc.
Criando Niños Mentalmente Fuertes: Terapia como Herramienta de Empoderamiento
La terapia infantil ayuda al crecimiento en bienestar emocional y a su vez a la fortaleza mental.
La vida nos presenta constantemente situaciones que hay que abordar. Como padres o tutores a veces no tenemos todas las herramientas para poder guiar a nuestro pequeño, es por ello, que es recomendable que acuda a terapia infantil.
La mente debe estar bajo nuestro control, no al revés. A continuación, te dejo 5 consejos para fomentar esta fortaleza mental:
Dejar que los niños cometan errores: La experimentación es el mayor aprendizaje.
Hablar en positivo: Trabajar el diálogo en positivo es una herramienta fundamental para la fortaleza mental y con ello, emocional.
Permitir que el niño se sienta incómodo o aburrido: Las situaciones incómodas en malestar, vergüenza o miedo y las situaciones de aburrimiento, son perfectas para que salga de su zona de confort y CREE. La creación abrirá constantemente oportunidades de crecimiento y maduración.
Toma de decisión: Como adultos, hay que ofrecerle al niño ese espacio de reflexión y esa adrenalina a la hora de tomar una decisión. Desde una camiseta roja o azul, hasta ir de excursión o no. Siempre bajo la responsabilidad del adulto (y dentro de los límites). Esto, más adelante, le permitirá ser un adulto autosuficiente.
Haz ejemplo: Como adulto/a eres su ejemplo a seguir, por ello, actúa en consecuencia a tus valores, para así poder inculcárselos. La mejor manera de enseñar es dando ejemplo.
Trastornos del Sueño Infantil: Abordaje Terapéutico para Noches más Tranquilas
Los trastornos del sueño son un motivo de consulta cada vez más frecuente, tanto en niños como en adolescentes. Estos trastornos intervienen en la calidad de vida, además de afectar al comportamiento y a su estado de ánimo.
Para poner solución a los trastornos del sueño infantil es aconsejable que acuda a un especialista. El terapeuta infantil podrá observar que tipología de trastorno de sueño es la que le ocurre al pequeño y que remedios o pautas establecer para mejorar.
Aquí te dejo cinco consejos que pueden ayudarte a tener noches más tranquilas:
Cambia la rutina: Realiza un horario para acostar al pequeño a dormir y también para levantarse. Con constancia, veras resultadas.
Crea nuevos hábitos: Evita las siestas, crea hábitos diferentes, por ejemplo, leerle un cuento antes de dormir o tomar un baño.
Establece límites de sueño: Si no se puede dormir en 15 o 20 min. Deja que se levante,
Técnicas de relajación: Las técnicas de relajación consciente a través de mantras o canciones para niños es de gran ayuda para mejorar el sueño. Buscar técnicas y adecuarlas al pequeño y a la situación para que así pueda descansar.
Entorno cálido: Es importante que el lugar de descanso esté ordenado y organizado. También ambientar la habitación para dormir, con alguna luz tenue, persianas bajas o incluso música relajante de fondo, puede ayudar al pequeño a descansar.
Conclusión
La terapia infantil puede ayudarnos en todos los ámbitos y circunstancias vivenciales. Tanto en el entorno social del pequeño como en su día a día, con juegos terapéuticos para alcanzar el bienestar emocional.
La terapia infantil nos ofrece herramientas de canalización ante circunstancias de represión emocional, de gestión y expresión tanto verbal como no verbal. También nos ofrece pautas de progresión personal como referentes (tutores) o padres del pequeño y también hacia el niño directamente, para que en un futuro sea un adulto autosuficiente y capaz.
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